sábado, 29 de noviembre de 2014

Reflexiones sobre el sector manufacturero de componentes.



La industria de automoción, formada por los fabricantes de vehículos y de componentes, supone en España el 6% del PIB y el 18% sobre el valor total de las exportaciones del país. El número  empleados en fabricantes es de 59.000 y en el sector de componentes de automoción de 191.000, siendo un total de 249.200 personas. Con estos datos, podemos ver la importancia de este sector y la necesidad de cuidar y potenciar este sector de cara al futuro. Las oportunidades existentes se pueden apreciar. Por un lado, el 80% de nuestras exportaciones son en la UE, quedando mercados como el asiático en clara expansión, una gran oportunidad de crecimiento para este sector. Por otro lado las importaciones, sobre todo desde Alemania y Francia, suponen casi el doble de las importaciones. Lo cual es un área de oportunidad interesante para recuperar cuota de mercado y nuevos desarrollos. Por otro lado, existe un potencial alto, para la des-localización de la industria auxiliar de automoción española en mercados como el asiático y americano. Por lo tanto, dentro de la importancia del sector para la economía española, este sector tiene un alto potencial, no solo de mantener las cifras actuales en el mercado doméstico o europeo, sino de crecimiento mediante exportaciones directas o des-localización.
Además de lo mencionado anteriormente, se suma el cambio de relación entre las empresas ensambladoras y su red de proveedores. Desde mediados de la década de los ochenta, asistimos a un aumento en el grado de externalización de la producción, en un proceso de desintegración vertical que ha provocado un incremento de la subcontratación. Este proceso se manifiesta acompañado de cambios cualitativos en la forma de relacionarse ensambladores y proveedores, estableciéndose un nuevo modelo de vínculos entre empresas. De forma sintética, podríamos afirmar que el comprador ha pasado de fomentar y confiar en la competencia entre sus distintos proveedores para lograr la maximización de la función objetivo de su empresa (sea beneficios, ventas, reducción de costes o cualquier otro objetivo que se plantee), a establecer profundos acuerdos de cooperación duraderos a largo plazo con un grupo limitado y escogido de sus proveedores. (Peligros, M.C 2003)
El nuevo modelo de la cadena de valor diverge del tradicional modelo Fordista, bajo el sistema Fordista los ensambladores estadounidenses obtenían la mayor parte de sus piezas y componentes de sus propias divisiones. Estas relaciones fueron sustituidas por compras de proveedores independientes en relaciones de tipo transaccional (arms- length transations). El siguiente cuadro esquematiza estas relaciones.
Modelo Fordista

Fuente: Elaboracion propia.


Modelo Lean Manufacturing.
Fuente: Elaboración propia.


Como podemos observar, un rasgo que caracteriza al Lean Manufacturing es que las relaciones directas del ensamblador con sus proveedores se circunscriben a un número muy reducido de proveedores que son los que se sitúan en el Primer Nivel (First Tier Suppliers). Estos, a su vez, se vinculan con los proveedores de Segundo Nivel conformando así la estructura de una pirámide. A medida que se desciende en la pirámide nos encontramos con un mayor número de empresas de tamaño inferior. Las empresas con las que se relaciona el ensamblador asumen cada vez una mayor responsabilidad en el valor final del producto. Esto ha terminado provocando un aumento de la producción en la industria auxiliar, sobre todo, en el caso de Japón. Las investigaciones de Sako (1.988), en el caso del automóvil, confirman lo anterior. De los, aproximadamente, 15.000 componentes de los que se encontraba formado un automóvil, los fabricantes japoneses compraban un 70% a empresas pequeñas y medianas, sin embargo, los fabricantes estadounidenses adquirían un 50%.  Como factores de competitividad en la industria auxiliar de automoción en líneas generales el sector se inclina por la integración en la cadena de valor como suministrador de módulos más que de componentes simples, de forma que sea un socio estratégico más que un proveedor de componentes. Siendo la tecnología, la inversión en I+D+i, el control de costes, la puntualidad en la entrega y la relación calidad/precio como los factores clave de existo del sector (ICEX, 2011),

En resumen, debido a la importancia del sector dentro de la economía española, la oportunidad de crecimiento, tanto en el mercado doméstico como exterior y el cambio de relación entre ensambladores y proveedores, donde estos últimos cobra más protagonismo, se hace muy interesante analizar, seleccionar y desarrollar estrategias que potencien ventajas competitivas en empresas del sector auxiliar de automoción.

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